Sólo libros en papel.
Carlos Godoy
La construcción
1ª ed. Buenos Aires: 17grises editora, 2025.
142 p.; 14 x 22 cm. – (narrativa)
ISBN: 978-987-1724-74-1
«Este libro pone entre signos de interrogación el nudo de saberes nacionales conformado por “las islas” y la guerra. A través de la alegoría, aunque no siempre, Carlos Godoy imagina donde la letra de la historia y las narrativas oficiales parecen apropiarse de todo: levita sobre lo tácito, explota lo que está implícito y cava hondo en la fosa de sentido abigarrada en la memoria colectiva. “Nuestra tierra puede verse desde el cielo como dos manchas de un test de Rorschach separadas por apenas un pequeño espacio en blanco”, inicia la novela solo para, a partir de ahí, encaramarse en la ficción como hecho político de apropiación (y recuperación) del territorio. Habitar las islas, en Godoy, es escribirlas; aun cuando lo no escrito hace aparecer con más potencia aquello que omite.
En un registro que trenza informe y bitácora, los personajes del libro van hacia la expedición, el descubrimiento; pero también en dirección al trauma de la civilización insular entre individuos que parecieran no tener nada en común. Pero algo comparten, y es un sueño. “Podría o debería ser ambicioso. Pero soñamos con algo que nos une como ciudadanos y nos afecta como personas. Es parte de todo eso de lo que no hablamos”.»
Paula Puebla
Carlos Godoy
La construcción
1ª ed. Buenos Aires: 17grises editora, 2025.
142 p.; 14 x 22 cm. – (narrativa)
ISBN: 978-987-1724-74-1
«Este libro pone entre signos de interrogación el nudo de saberes nacionales conformado por “las islas” y la guerra. A través de la alegoría, aunque no siempre, Carlos Godoy imagina donde la letra de la historia y las narrativas oficiales parecen apropiarse de todo: levita sobre lo tácito, explota lo que está implícito y cava hondo en la fosa de sentido abigarrada en la memoria colectiva. “Nuestra tierra puede verse desde el cielo como dos manchas de un test de Rorschach separadas por apenas un pequeño espacio en blanco”, inicia la novela solo para, a partir de ahí, encaramarse en la ficción como hecho político de apropiación (y recuperación) del territorio. Habitar las islas, en Godoy, es escribirlas; aun cuando lo no escrito hace aparecer con más potencia aquello que omite.
En un registro que trenza informe y bitácora, los personajes del libro van hacia la expedición, el descubrimiento; pero también en dirección al trauma de la civilización insular entre individuos que parecieran no tener nada en común. Pero algo comparten, y es un sueño. “Podría o debería ser ambicioso. Pero soñamos con algo que nos une como ciudadanos y nos afecta como personas. Es parte de todo eso de lo que no hablamos”.»
Paula Puebla