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William Hazlitt,

El placer de odiar y otros ensayos

Prólogo de Virginia Woolf - Epílogo de Diego Erlan

Edición y traducción de Maximiliano Crespi

1ª ed. Buenos Aires: 17grises editora, 2022.

152 p.; 14 x 22 cm. – (narrativa)

ISBN: 978-987-1724-55-0

 

«Hazlitt —y ese es quizá uno de sus principales méritos— no fue uno de esos escritores evasivos que se pierden en la niebla y desaparecen por su propia insignificancia. Sus ensayos son enfáticamente él mismo. No tiene reticencias ni vergüenza. Dice exactamente lo que piensa y dice —la confianza es siempre menos seductora— exactamente lo que siente. Como era plenamente consciente de su propia existencia y no dejaba pasar un día sin infligir alguna puñalada de odio o de celos, sin dejar salir algún estremecimiento de ira o de placer, no podemos leerlo sin entrar en contacto y en fricción con la aspereza de un carácter de una hostilidad muy singular: malhumorado pero altivo, mezquino pero noble, egoísta pero a la vez inspirado en una genuina pasión por los derechos y las libertades de la humanidad». (Virginia Woolf)

El placer de odiar - William Hazlitt

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William Hazlitt,

El placer de odiar y otros ensayos

Prólogo de Virginia Woolf - Epílogo de Diego Erlan

Edición y traducción de Maximiliano Crespi

1ª ed. Buenos Aires: 17grises editora, 2022.

152 p.; 14 x 22 cm. – (narrativa)

ISBN: 978-987-1724-55-0

 

«Hazlitt —y ese es quizá uno de sus principales méritos— no fue uno de esos escritores evasivos que se pierden en la niebla y desaparecen por su propia insignificancia. Sus ensayos son enfáticamente él mismo. No tiene reticencias ni vergüenza. Dice exactamente lo que piensa y dice —la confianza es siempre menos seductora— exactamente lo que siente. Como era plenamente consciente de su propia existencia y no dejaba pasar un día sin infligir alguna puñalada de odio o de celos, sin dejar salir algún estremecimiento de ira o de placer, no podemos leerlo sin entrar en contacto y en fricción con la aspereza de un carácter de una hostilidad muy singular: malhumorado pero altivo, mezquino pero noble, egoísta pero a la vez inspirado en una genuina pasión por los derechos y las libertades de la humanidad». (Virginia Woolf)

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